Por Iván Castelán
Empecemos de cero
Ahora que has escuchado como la Web3 a través de la poderosísima tecnología que es blockchain viene a revolucionar internet, descentralizando y devolviéndole el poder a los usuarios. Te has preguntado ¿Cómo puede hacer eso?
Bueno, empecemos con algo muy simple: el corazón de la blockchain es la criptografía! 🤖 ¿Cripto qué? ¡Criptografía! ¡Aah! Lo de los hackers? Más o menos. La criptografía es una rama de la computación muy importante para la seguridad de la información; básicamente con esta obtenemos la confianza que necesitamos para estos sistemas, pero tranquil@! Veremos más a fondo qué es la criptografía y un poco de historia muy interesante, en otro post.
Por el momento, vamos a tocar un tema muy importante para la criptografía y que tiene que ver con blockchain. Vamos a abordar que son las llaves públicas 🔑 y llaves privadas 🗝
En términos MUY MUY sencillos y muy básicos, las 2 llaves son un par de claves que se generan a través de una serie de procedimientos matemáticos, y que están vinculadas entre sí, lo que quiere decir que una llave pública se corresponde con únicamente una llave privada y viceversa. Y, como sus nombres lo indican, la llave pública es *pública* lo que significa que esa clave la puedes compartir a quien tu quieras, sin miedo! Mientras que la llave privada es sólo y únicamente tuya! Sólo tuya! Por favor no la compartas NUNCA.
La llave pública es con la que te comunicas con el mundo, te presentas y dices que a esa llave le pueden mandar información, assets, bienes digitales, etc. La llave privada es súper importante, recuerda que no la puedes compartir con nadie y además tampoco la puedes perder! Al estar ligadas llave pública (public_address) y llave privada (private_key) si es que llegas a perder la llave privada no hay manera que puedas recuperar los fondos o los bienes digitales que se encuentran ligados a esa llave pública.
Un ejemplo para entender mejor
¿Sonó un poco complicado? Tratemos de simplificarlo un poco más. Si lo aterrizamos a un terreno más físico. Imaginemos tu vivienda. Esa vivienda (Casa, departamento, loft, Condominio, lo que sea) es tu bien, es tu patrimonio. De ese bien puedes compartir la dirección, cierto? Puedes informarle a medio mundo cuál es la dirección de tu vivienda, y no pasa nada. Esa (la dirección) sería el homólogo de una llave pública ¡PERO! No podrán entrar ¡nunca! Porque no tienen la llave de las cerraduras, esa sería tu llave privada, con lo único que puedes acceder a tus bienes, tú y sólo tú! No le darías las llaves de tu casa a alguien más, verdad? Es lo mismo con la llave privada, ¡NUNCA! la compartas y recuerda siempre donde está! Si no, pierdes el acceso a tu bien!.
Entonces:
🔑 Llave pública -> La que comparto al mundo, con la que me comunico y a esa llave le pueden mandar assets, bienes digitales, etc.
🗝 Llave privada -> Sólo tuya, nunca la debes compartir y mucho menos perder y lo más importante, es con lo que se valida que una llave pública me pertenece.
Lo podemos entender con una anagrama en inglés: POOP
‘’La gente, sólo puede ver tu llave pública’’
La llave privada no se comparte ni se pierde
¿Por qué no se puede perder? ¿No es más fácil una contraseña? Esa, si la pierdo, la recupero, ¿no?
Es cierto, ¡PERO! Recordemos que entramos a otro paradigma, a otro modelo de pensamiento con la Web3 y ahora somos los dueños de nuestra información y tenemos control total de ella! Por ende, más responsabilidades. En un futuro habrán simplificaciones para la llave privada pero mientras, sigue nuestros consejos y por favor no pierdas tu llave privada. Si les pudiéramos contar la cantidad de dinero que se ha perdido, por el simple hecho de que la gente perdió su llave privada, nos pondremos a llorar todos.
Muy bien, ¿dudas hasta aquí? La manera técnica y matemática de cómo se generan las llaves las abordaremos en el futuro en una sección especial de las cápsulas de información que se llamará ‘’technical bites’’, ¡Espéralo!
Autor
Iván Castelán, programador Web 3 en OS City
